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“La Limpieza del Baño: Comedia de Jabón y Supervivencia”

  • Foto del escritor: Melani
    Melani
  • hace 2 días
  • 2 Min. de lectura
De lavabos caóticos a duelos con el inodoro, esta historia convierte limpiar el baño en comedia épica.
Por BIS Nin Texas — Limpiamos como leyendas. Tú vives como una.

El baño: el lugar de batallas matutinas, reflexiones nocturnas y charcos misteriosos. Pero cuando está sucio, se siente menos como un spa y más como el set de una película de terror. Aquí está la historia de un valiente que se atrevió a enfrentar el caos.


Escena 1: La saga del lavabo


El lavabo estaba cubierto de salpicaduras de pasta de dientes, restos de jabón y un cabello sospechoso que se negaba a irse. Armado con una esponja, el limpiador frotó como un guerrero. Cada pasada revelaba una superficie brillante bajo el caos.

“Mi lavabo no es plomería, es una exposición de arte moderno.”

Escena 2: El duelo con el inodoro


El inodoro se erguía como un villano, desafiando a cualquiera a enfrentar sus manchas. Con guantes, limpiador y pura valentía, comenzó la batalla. Tras fregar, el trono de porcelana brillaba como realeza.

“Mi inodoro no es mueble, es una pelea contra el jefe final.”

Escena 3: El drama de la bañera


Los anillos de jabón se aferraban a la tina como grafitis tercos. El limpiador roció, frotó y murmuró discursos motivacionales. Finalmente, la bañera relucía, lista para baños de burbujas en lugar de mugre.

“Mi bañera no está sucia, está audicionando para un programa de remodelación.”

Escena 4: El misterio del espejo


El espejo estaba cubierto de marcas y huellas, contando la historia de mañanas apresuradas. Un rápido rociado y limpieza lo convirtió en un reflejo cristalino.

“Mi espejo no es vidrio, es un diario del caos.”

Escena 5: El gran final del piso


Cabellos, polvo y gotas misteriosas cubrían los azulejos. Con el trapeador en mano, el limpiador bailó por el piso, dejándolo brillante como un salón de baile.

“Mi trapeador no limpia, interpreta salsa.”

El final feliz


Al terminar, el baño estaba transformado. El lavabo brillaba, el inodoro relucía y la tina parecía nueva. El limpiador se desplomó sobre la alfombra de baño, exhausto pero triunfante.

“Limpiar el baño no es solo una tarea—es comedia, ejercicio y desfile de victoria.”



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