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“Limpiar la terraza: Donde el polvo, el drama y las plantas muertas se encuentran”

  • Foto del escritor: Melani
    Melani
  • 13 nov
  • 2 Min. de lectura

Desde invasiones de hojas hasta juicios de palomas, este blog convierte limpiar la terraza en comedia al aire libre.
Por BIS Nin Texas — Limpiamos como leyendas. Tú vives como una.

La terraza: tu escape al aire libre. Un lugar para el café, los atardeceres y fingir que tienes tu vida bajo control. Hasta que sales y te das cuenta de que se ha convertido en un basurero impulsado por el viento con caos vegetal incluido. ¿Limpiarla? Es parte jardinería, parte trabajo de detective y parte recuperación emocional.


Escena 1: El tsunami de hojas


Abres la puerta. Hojas por todas partes. Barres. El viento se ríe. Barres otra vez. Llega una nueva tanda. Consideras poner paredes. O mudarte.

“Mi terraza es básicamente otoño todo el año.”

Escena 2: El cementerio de plantas


Revisas tus macetas. Una tiene una ramita. Otra tiene un cactus emocionalmente agotado. Encuentras una etiqueta que dice “ama el sol”. Susurras: “Lo intenté”.

“No hago jardinería. Organizo funerales de plantas.”

Escena 3: El drama del mobiliario


Limpias la mesa. Está pegajosa. No sabes por qué. Te sientas en la silla. Se tambalea como si actuara en una telenovela. Prometes arreglarla. Otra vez.

“Mis muebles de terraza se sostienen con óxido y esperanza.”

Escena 4: La saga de la mancha misteriosa


Ves una mancha. La frotas. Se expande. La frotas más fuerte. Desaparece… o se mudó. Decides llamarla “arte abstracto de patio”.

“No limpié la mancha. La rebrandeé.”

Escena 5: El tribunal de aves


Llega una paloma. Te mira. La miras. Hace popó. Suspiras. Se va, dejando juicio y una nueva tarea de limpieza.

“Mi terraza es un juzgado. Las aves son los jueces.”

REFLEXIÓN FINAL:


Limpiar la terraza es parte documental de naturaleza, parte montaña rusa emocional y parte caos impulsado por el viento. Pero cada barrida y fregada te acerca a tu oasis exterior—hasta la próxima brisa.

Y cuando tu terraza empiece a parecer más jungla que zen, BIS Nin Texas está listo para intervenir con guantes, coraje y un brillo que hasta las aves respetarán.




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